En el procedimiento de ósmosis inversa, el agua del grifo es forzada a alta presión a través de una membrana semipermeable con poros ultrafinos perforados por láser. Esto conlleva un proceso de separación molecular: Las moléculas de agua pueden atravesar la membrana, mientras que los virus, bacterias, así como las sustancias disueltas como las sales, minerales, metales pesados, uranio, compuestos orgánicos, nitratos, plaguicidas, hormonas y residuos de medicamentos son retenidos por la membrana. El cloro también es filtrado y el mal sabor es neutralizado.